Sonia Silva-Rosas
https://www.facebook.com/sonia.silvarosas
Nació en México, D.F. 1971. Poeta, periodista, narradora y promotora cultural. Colabora con revistas de Venezuela, Chile, Argentina, Canadá y España. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés y portugués. Fue corresponsal de las revistas Época, Siempre y Artes de México.
Ha sido directora de la Casa de Cultura y Jardín Recreativo Morelos 10, de la Delegación Azcapotzalco. Su desempeño como editora le ha dado la beca Edmundo Valadés para revistas independientes del FONCA; y en dos ocasiones el apoyo Financiarte del Consejo para la Cultura de Nuevo León. Es Codirectora de Noctis Ediciones y del Periódico Amaranto.
Su obra aparece en las antologías: Poetas de Tierra Adentro II, Diccionario de Mujeres Poetas de Nuevo León; Desierta Memoria (Saltillo, Coahuila); en la Antología Sor Juana Inés de la Cruz y Poetisas Mexicanas del Dr. Fernán Pavía Farrera (Tuxtla Gutiérrez, Chiapas). Antología de Poesía Hispanoamericana y en la Muestra de Poesía Hispanoamericana Siglo XXI de la Asociación Prometeo de Madrid, España.
Tiene publicados: Laberinto de Siluetas (Poesía. Col. La hoja murmurante de Toluca, Estado de México. 1994), Ídolos de Sal (Poesía. Historias de Entreten y Miento de Saltillo, Coahuila. 1995), Lluvia ácida sobre la danza de las horas (Poesía. Ediciones de Pasto Verde, Orizaba, Veracruz. 1996), Tanta Memoria (Poesía. Fondo Editorial Tierra Adentro, CONACULTA. 2002), Cuentos para entristecer al payaso (Cuento. Editorial C&F, Guadalajara, Jalisco. 2009), Caban. El reclamo de los dioses (Novela. Noctis Ediciones. México, D.F. 2013) y Cuarto Menguante (Poesía. Coedición Perú-México. Grupo Editorial Hijos de la Lluvia y Noctis Ediciones. 20014)
En el 2008 recibió Mención Honorífica en el Premio Nacional de Poesía Tinta Nueva.
LUZ DESDE EL INFRAMUNDO recibe con beneplácito y emoción la poesía de Sonia Silva-Rosas.
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®Del libro Cuarto Menguante
Noctis Ediciones
De tajo
Cut
cut
cut
cut
¡Al diablo!
cortar
de tajo
la mañana.
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Sin Título
A Isabel Fraire
Las horas
repetir la lentitud
de las horas
y beber sublime
el cáliz de las horas
repetirme y beber lenta hasta ahogarme
en ese cáliz de las horas
y a su paso descubrir en mí
el cáliz de las horas
y con un rosario de lunes y sábados
rezar por la vida eterna
de las horas
mientras preparo mi sepulcro
y observo cómo en mi rostro escarban
las horas.
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Sin Título
Gota de luz
en la inmensidad de este paisaje,
caprichosa, cautiva,
en el asfalto
y entre los árboles con sus hojas de óxido,
fugitiva luz
entre neumáticos
y en la mirada ausente
de quien sobrevive
gota de luz
caprichosa,
fugitiva,
en la inmensidad gris de los días.
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Close Up
Un helicóptero rasguña
súbitamente el cielo
más abajo
los pájaros pasean a la luz
que trémula se derrama en sus picos y alas
cantan
mientras más abajo
una mujer barre la buganvilia
los hombres acomodan sus corbatas
y corren presurosos debajo del sol
intentan
sólo intentan
mientras más abajo
entre flores secas,
aceite y colillas de cigarro
una hormiga corre con el mundo a cuestas.
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Semejanza
En el jardín,
entre los árboles,
las hormigas hacen banquete
sobre una salamandra.
Arriba
el sol apenas roza el cielo,
es mediodía;
la salamandra no se mueve
espera
¿qué espera?
Abajo
entre ruido, smog y autos,
el tiempo hace banquete sobre nosotros,
nos movemos
cada vez nos acercamos más a la salamandra.
Al caer la tarde
sólo queda una pata de la salamandra
y de nosotros
apenas la sombra.
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10/10
Al pie de la cama la súplica ensordece.
En vano gritar cuando la manzana
a punto de reventar se encuentra.
Entonces de nada sirve arañar cada ángulo
de una habitación que empequeñece,
lentamente aire soy,
voluta de humo
que sale disparada.
Todo es irreal
todo es ir
real
todo es ir
todo es real
todo
real
hasta este momento
en que el tiempo se agolpa
en la garganta,
mientras los perros aguardan
mi tibio cadáver,
todo es ir
gota a gota
por esta habitación
que empequeñece,
todo es irreal
todo – es –
en un cuerpo
que sobre mi cuerpo
ofrenda a la Muerte,
todo es irreal
todo es ir
real súplica, muerte, asfixia
y madrugada y tiempo y grito
mudo
que lentamente
avanza
hasta ese límite,
piel delicada de una cebolla
que en lágrima transforma la mirada
y la unta
en cada rincón
de esta habitación
que empequeñece.
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21/01/85
¿Qué es esto
que en dos la cabeza me parte?
Tornasol al final de cada pensamiento,
tornasol y una línea delgada
que funde al rojo con el negro.
¿Qué es esto
que en mi cabeza se desnuda?
Pasos vacilantes,
aturdimiento, vacío,
y es que sólo estar dormido me sana,
lejos del mundo
en mi lecho de muerte prematura,
lejos de mí
a punto de abordar la Neus des Fous,
añorando el suave transcurrir de los ríos,
porque hijo soy del caos
y la desventura,
hijo de nadie,
huérfano lanzado a los brazos de la locura,
pequeña amante y compañera de cama,
¡maldita!
Pueden comenzar los días
y yo abrazado a ella,
puede el sol calentar las carnes del resto
y mi sudor en su baba se transforma,
siempre tibia,
y las noches
¡Oh, las noches!
putas incansables con sus horas eternas,
alcahuetas de su existencia.
Imagen viva de la falta de voluntad
soy:
Soy, Yo, soy,
¿soy?
Nada
En mi palma izquierda las tardes se ocultan,
es mi pecho cristal a punto de reventar,
en mis ojos anida el tiempo
sin esperanza de dar vida,
un espantapájaros más
en la línea perfecta del horizonte.
¿Qué es el horizonte
si no el momento en que Dios Padre
señala tranquilo el paso de los días?
Dios Padre
Dios Hijo
Dios Espíritu Santo
y mi blasfemia por sus cuatro costados.
Yo y esta boca mía
con sus palabras tan llenas de desierto;
Yo y este cruzarme el cuerpo
hasta descubrirme duna,
Yo, duna, Dios… desierto,
Yo y los días que corren y corren
y Yo detrás de ellos sin alcanzarlos;
Yo y el espacio vacío
lleno de puntos suspensivos,
Yo y el grito de mi madre
que se pierde cerca de un río,
Yo y el grito de mi madre
que me lanza al abandono
y me crucifica en su olvido,
Yo en busca de algo, algo, algo,
y el cuerpo de la locura y su peso,
y mi Yo niño arriba de un árbol
y encima de un perro,
y a los cinco años en un vagón de metro
y a los ocho con la figura de un padre inesperado,
indeseado, inacabado, in side
cuando deseaba que fuera out side,
Yo aferrado a esa línea perfecta del horizonte
que se esfuma
con el paso de las horas,
Yo, Yo, Yo
¿Yo?
No existe Yo cuando la letanía
rompe el corazón
y los trozos se clavan en la piel de los santos.
¡Nada de mártires en este poema,
lo suplico!
¡Nada de corazones ni de rezos
ni de letanías ni de santos!
De nada sirven los rezos
cuando uno se encuentra a punto
de la locura,
de nada sirve el crucifijo
ni el Padre Nuestro ni el Ave María,
de nada sirve reclamar a mi madre
su abandono
ni a mi padre su escarnio,
de nada el aire que infla mis pulmones
de nada el sol que entra por la ventana
de nada la vida de mis hijos
y la vida que continúa allá afuera,
de nada… nada…
la Nada, hermana bendita de la maldita locura,
en ellas mi vida se parte
y a ellas mi vida se consagra.
¿Qué es esto
que en dos la cabeza me parte?
Ha llegado la hora de abordar
la Neus des Fous,
la quietud de su río me llama.